Resumen
El mapa identifica los núcleos de “Pueblos Reales de Indios” establecidos por el Estado colonial español, mediante un programa masivo de reasentamiento forzoso, en una porción del territorio de la entidad política aymara de los Karanqas (o Carangas o Karankas) situada en la región centro-sur del altiplano de la actual Bolivia. Previo a la colonización española, esta zona formaba parte del Qullasuyu, el distrito sur del estado Inca o Tawantinsuyu y era el área en la que se encontraban los asentamientos principales del gran pueblo aymara de los Karanqas. Bajo el dominio colonial español, el Qullasuyu se convirtió en el distrito sur del Virreinato del Perú denominado Distrito de la Audiencia de Charcas o La Plata, dividido —a su vez— en dos grandes provincias: Charcas y La Paz. La zona del mapa formaba parte de la primera, que estaba internamente dividida en unidades administrativas territoriales más pequeñas. Las unidades territoriales —similares a distritos rurales— asignadas a la población indígena se llamaban Corregimientos de Indios. La zona señalada en el mapa se convirtió en el Corregimiento de Carangas: abarcaba una serie de “Pueblos Reales de Indios” también llamados reducciones representados por los puntos en el mapa.
La región no fue realmente colonizada hasta 1548 (después de las guerras civiles); los primeros asentamientos españoles fueron hechos por encomenderos que, como colaboradores en la conquista, recibieron indios de la región como recompensa.1 Más tarde, cuando el virrey Toledo hizo la Visita General, o censo, encontró a los indios de la región divididos según su amo o “pertenencia”: a la Corona o a los encomenderos. Para aprovechar mejor la mano de obra bajo el sistema de reclutamiento de la mita Toledo organizó distritos. La región de Oruro fue incluida dentro del distrito de La Plata o Audiencia de Charcas, situación que se sostuvo hasta el momento de la independencia. La región se subdividió además en dos grandes provincias: Paria y Carangas. Paria, a su vez, se subdividió en tres distritos: el de Paria, el de Aullagas y Uruquillas, y el distrito de Quillacas y Azanaques. La provincia de Carangas, organizó su partición en cuatro distritos: Totora, Colquemarca y Andamarca, Chuquicota y Sabaya, y Urinoca.2
Como resultado de la implementación del sistema de mano de obra de la mita en Potosí, Carangas fue uno de los corregimientos más despoblados de Charcas durante el período colonial. Aunque esta tendencia se invirtió ligeramente a mediados del siglo XVII, cuando se descubrieron vetas de plata en el territorio de Carangas, el impacto de la mita sobre los karanqas fue profundo.3 Según la información contenida en la retasa de los tributos realizada por el Virrey de La Palata en la década de 1680 a partir de la numeración general, Carangas era una provincia que se encontraba en la media aproximada por número de contribuyentes, pero era la que efectivamente enviaba el mayor número de mitayos a Potosí. Datos comparativos entre la Visita General de la década de 1570 y la numeración general del Duque de La Palata dan cuenta de las consecuencias del envío de mitayos karanqas a Potosí: “de los poco más de 29.000 habitantes que dicho virrey [Toledo] registró en Carangas, quedaban algo menos de 8.000 en 1683. Si sólo se considera la población tributaria (hombres entre 18 y 50 años de edad), esta provincia, que había sido la segunda más poblada de Charcas en tiempos de Toledo, había caído al último lugar en esta selección en tiempos de La Palata como consecuencia de su despoblamiento. En 1683, sin embargo, era la provincia que declaraba más mitayos asentados en Potosí".4 En general, las visitas posteriores mostraron que “la curva de población continuó descendiendo tras el gobierno de Toledo por diversas causas: epidemias en las reducciones, rigor del trabajo de la mita, ausentismo por no cumplir con las obligaciones impuestas por la metrópoli, etc." En otras palabras, la política de Toledo creó las condiciones necesarias para que continuara el rápido descenso de la población nativa.” 5
Los karanqas también debían pagar tributo que para 1551 estaba valuado en “plata ($9000), ropa de abasca, mantas, capotes, frazadas, sacos, lana, ovejas, tasajo, sebo, manteca, perdices, cueros, ojotas, sal, maíz y papas, además de otros productos menores”. También debían servir de guardianes del ganado de sus encomenderos, proveerlos de indios para el servicio en La Plata, atender las necesidades de los párrocos, y sembrar, cultivar y cosechar maíz y trigo en las chacras de sus encomenderos en La Plata."6 Posteriormente, en la época de la reforma de Toledo del tributo indígena se criticó la carga excesiva de los impuestos. En cualquier caso, éste fue también uno de los factores determinantes del creciente ausentismo que se produjo en las comunidades, especialmente en el siglo XVII.7
Otro ángulo interesante para entender los procesos de despojo experimentados por los karanqas tiene que ver con la temprana evangelización que se llevó a cabo en este territorio por parte de los agustinos, dependientes del arzobispado de La Plata. Si bien la tarea evangelizadora en sí fue difícil —principalmente porque la gran mayoría del clero desconocía lenguas vernáculas como el pukina o el urukla—, el hecho de que en el siglo XVI se construyeran 16 iglesias en la región de Oruro evidencia el interés prioritario por evangelizar esta zona para los españoles.8 De hecho, las iglesias de Carangas constituyen uno de los mayores testimonios de la colonia y del proceso civilizador español aplicado en la región.9
El impacto de las instituciones coloniales en la estructura de los karanqas también incluyó la desconexión de su territorio central de los enclaves en los valles del Pacífico EL SISTEMA POLÍTICO KARANQAS AYMARA - INSTANTÁNEA DE LAS CONEXIONES TRANSFRONTERIZAS EN TORNO A 1900 (ADAPTACIÓN DE GOOGLE EARTH) . Este alejamiento, derivado de la disrupción de la organización indígena durante la conquista y la colonización, llevó a las autoridades karanqas a perder el control de los asentamientos en estas regiones.10 Para el siglo XVII, esta dependencia continuó, pero para el siglo XVIII, se produjo una ruptura definitiva debido a los avances españoles y criollos desde Arica para apoderarse de las tierras karanqas para haciendas. A esta pérdida se le sumó un grave declive demográfico a principios del siglo XVIII, que privó a Carangas de suficientes colonos.11
Estos acontecimientos, exacerbados por los repartos, contribuyeron a crear condiciones fértiles para los levantamientos indígenas en toda la región. A pesar de las fuentes limitadas, la evidencia sugiere una participación indígena significativa en estos levantamientos, con respuestas que van desde la resistencia pacífica hasta la rebelión activa, como se vio en la comunidad de Llanquera en 1732, y en la participación en el levantamiento más grande de Tupac Amaru en 1781.12
REFERENCIAS:
Bouysse-Cassagne, T., y J. Chacama. “Partición Colonial del Territorio, Cultos
Funerarios y Memoria Ancestral en Carangas y Precordillera de Arica (siglos
XVI-XVII)”. Chungara: Revista de Antropología Chilena 44, no. 4 (2012):
669-689.
Cajías de la Vega, Fernando. Oruro 1781, Sublevación de Indios y Rebelión Criolla: vol. I.
I. La Paz: IFEA, 2005.
Gavira-Marquez, M. C. “Población Indígena, Minería y Sublevación en Carangas: La Caja
Real de Carangas y el Mineral de Huantajaya, 1750-1804”, Lima: Instituto Francés
de Estudios Andinos - CIHDE, 2008.
Michel, M. “El Señorío Prehispánico de Carangas”. Tesis del Diplomado Avanzado en Derecho de los Pueblos Indígenas, Universidad de la Cordillera, La Paz, 2000.
Montero Montero, R. Gil. “Migración y Minería en el Corregimiento de Carangas (actual Bolivia), siglo XVII”. Anuario de Historia de América Latina 55 (2018): 190-217.
Fernando Cajías de la Vega, Oruro 1781, Sublevación de Indios y Rebelión Criolla: vol I. (La Paz: IFEA, 2005), 25. ↩︎
Cajías de la Vega, Oruro 1781, 25. ↩︎
R. Gil Montero Montero, “Migración y Minería en el Corregimiento de Carangas (actual Bolivia), Siglo XVII”, Anuario de Historia de América Latina 55 (2018): 200. ↩︎
Montero Montero, Migración y Minería en el Corregimiento de Carangas, 200. ↩︎
Cajías de la Vega, Oruro 1781, 28 ↩︎
Montero Montero, Migración y Minería en el Corregimiento de Carangas, 202. ↩︎
Cajías de la Vega, Oruro 1781, 191. ↩︎
Thérèse Bouysse-Cassagne y Juan Chacama. “Partición Colonial del Territorio, Cultos
Funerarios y Memoria Ancestral en Carangas y Precordillera de Arica (siglos XVI-XVII)”. Chungara: Revista de Antropología Chilena 44, no. 4 (2012): 671. ↩︎M. Michel, “El Señorío Prehispánico de Carangas”. (Tesis del Diploma Avanzado en Derecho de los Pueblos Indígenas, Universidad de la Cordillera, 2000), 82. ↩︎
M. C. Gavira-Marquez, Población Indígena, Minería y Sublevación en Carangas: La Caja Real de Carangas y el Mineral de Huantajaya, 1750-1804 (Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos - CIHDE, 2008), 9. ↩︎
Cajías de la Vega, Oruro 1781, 42. ↩︎
Gavira-Marquez, Población Indígena, Minería y Sublevación en Carangas, 85. ↩︎