Resumen
El mapa muestra la ocupación territorial del señorío aymara de los Qaraqara (también escrito Qharaqhara o Caracara), que en el siglo XVI formaba parte del Qullasuyu, distrito sur del estado inca o Tawantinsuyu.1 Ubicado en la parte sureste de la actual Bolivia. Este territorio incluía ‘islas étnicas’ en los valles interandinos al este del altiplano. En efecto, siguiendo el modelo de control vertical de pisos ecológicos, característico de esta parte de los Andes, los territorios de los señoríos aymaras eran discontinuos formando una suerte de ‘archipiélagos verticales’.2 Es de notar que las minas de plata de Potosí formaban parte de este territorio, el centro económico más importante del virreinato del Perú.
Los entidades políticas aymaras llamados señoríos aymaras, estaban formadas por “linajes confederados” o, más precisamente, conjuntos de agrupaciones de parentesco anidadas o ayllus. Tanto en qhishwa -lengua de los incas- como en aymara, la palabra ayllu, traducida como “agrupación” o “linaje”, designa organizaciones sociales en diferentes niveles de tamaño y complejidad. En su expresión más pequeña, un ayllu estaba formado por una extensa red de hogares y constituía la célula de las sociedades andinas pre coloniales. La estructura anidada de los ayllus también se expresó en la organización social del espacio vertical. Así pues, la estructuración étnica Qaraqara estuvo constituida por un conjunto de ayllus, que ocupaban el territorio comprendido entre los la unidad sociopolítica de los Charka al norte, los Killaka al oeste , y los Chichas al sur, además del señorío no aymara de los Chuis, al noreste.
En las primeras décadas del siglo XVI, esta unidad sociopolítica estuvo agrupada en dos mitades o parcialidades: la mitad Macha y la mitad Chaqui, ubicadas entre los actuales departamentos de Potosí y Chuquisaca.3 El mapa permite ver, además, la presencia de mitmaqkunas, grupos provenientes de otros señoríos aymaras en territorio Qaraqara que eran reubicadas por el estado Inca en otras zonas de su territorio, cumpliendo funciones económicas, políticas y militares.
Estudios etnohistóricos han propuesto que en la época del Inca Wayna Qhapaq, a principios de los 1500s, se produjo una diferenciación entre la Provincia de los Charka Blancos y los Charka Rojos.4 Los primeros pasaron a constituirse luego como la provincia Qaraqara y los segundos, los Charka como tales, esto significa que el nombre “Qaraqara” fue posterior y tiene un probable origen incaico. Por último, la frase “indios Charcas” incluye, en documentos coloniales, a la alianza de las dos federaciones, Qaraqara y Charka SEÑORÍOS AYMARAS DE LOS CHARKA Y ENTIDADES POLÍTICAS VECINAS NO AYMARAS, A FINALES DEL SIGLO XV Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI .5
Los Incas no interfirieron demasiado en las estructuras políticas que poseían los Qaraqara, pero reforzaron los lazos de dominación al comprometer a sus señores locales a través, por ejemplo, de alianzas matrimoniales, a fin de ejercer un gobierno indirecto sobre ellos.6 A esto hay que añadir la presencia del aparato administrativo cusqueño, que incorporó una cantidad considerable de mitmaqkuna, grupos reubicados por el Inca, quienes cumplían funciones militares y socioeconómicas. A través de todo este aparato político, lograron producir rentas para el estado, sin ejercer una excesiva presión tributaria sobre los grupos de cada región. Muchos habitantes Qaraqara fueron enviados, ellos mismos, como mitmaqkunas a otras regiones del imperio, como ocurrió en el valle de Cochabamba.7 TERRITORIO MULTIÉTNICO bajo EL DOMINIO INCA DIRECTO: LOS VALLES CENTRAL Y SUPERIOR DE COCHABAMBA en la DÉCADA DE 1530
La desestructuración efectuada por los españoles sobre la compleja red de parentescos y jerarquías políticas de estos grupos fue tan contundente que afectó a la unidad sociopolítica a nivel macro. Algunos autores han observado dos grados de desarticulación étnica. El primero afectó los sistemas de autoridad a nivel de las jefaturas del señorío en su conjunto y el segundo operó a nivel de las dos grandes mitades, ayllus mayores, siendo menor la afectación al interior de cada grupo étnico y ayllu menor. A ese nivel particular se articularon una gama de estrategias de supervivencia, que sin embargo, afectaron en distintos grados las pautas tradicionales de reproducción de la vida. Sin embargo del Río concluye “que existió una matriz indígena que se reproduce y recrea constantemente en el grupo, ayllu o comunidad y que pervivió a lo largo de la secuencia histórica hasta la actualidad”.8
En la década de 1570, el Virrey Toledo comprometió a los indígenas de lo que fuera el Qullasuyu para turnos de trabajos forzados, el llamado sistema de la mita, en las minas de Potosí. Algunos estudios indican que en el siglo XVII el porcentaje de indios Qaraqara que acudían a Potosí era muy bajo pues sus autoridades dejaban sin efecto ese compromiso alquilando a otros indios y resguardando de esa forma a su propia población.9 Sin embargo, esa estrategia no la pudieron extender a otros servicios, como el trajín de barras de plata y azogue hacia y desde Arica, o la custodia de la frontera sur. Estos turnos obligatorios y las bajas demográficas por epidemias, además del fenómeno de indios que huían de sus comunidades como respuesta a los excesos de obligaciones tributarias durante el siglo XVII, produjeron consecuencias en la estructuración étnica de los señoríos aymaras en toda la región.
Como ha apuntado del Río, un efecto de esta situación, verificable en el caso de Qaraqara fue el fenómeno de incorporación de nuevos ayllus en las comunidades. Así, algunos ayllus involucraban dos ayllus fusionados en uno, dentro de las Reducciones; o el de la formación de otros nuevos surgidos como consecuencia de las fuertes migraciones que afectaron la región.10 En este contexto la figura de mallku (autoridad política indigena) se constituyó en el eje en torno del cual descansaron las decisiones políticas conducentes a la conformación y modelación de los procesos identificatorios.
Las leyes de Exvinculación de la segunda mitad del siglo XIX, en el periodo republicano, que pretendieron la extinción de los ayllus, la propiedad privada de la tierra y la generación de un nuevo sistema impositivo, la conversión del indio comunero en colono, arrendero y pequeño propietario, no tuvo este efecto en los ayllus que pertenecieron a la confederación Qaraqara-Charka, los cuales continuaron poseyendo territorios con sus núcleos en el altiplano y sus “islas” en los valles. En la región las posibilidades de expansión de los hacendados fueron limitadas, rodeados de comunidades compactas. Incluso los vecinos mestizos de los pueblos se aliaron a los ayllus ante la amenaza de expropiación de sus propios terrenos. Las autoridades provinciales y departamentales tampoco estuvieron de acuerdo con una reforma tributaria que les quitara el principal ingreso en las arcas departamentales a cambio de un incierto “impuesto catastral”, que estipulaba la Ley, que ni siquiera los hacendados estaban dispuestos a pagar.11
Con la Reforma Agraria de 1953, algunas comunidades legalizaron sus tierras a título individual, puesto que no se reconoció la tenencia colectiva, lo que derivó en que sus organizaciones se convirtieran al sindicalismo. Los ayllus, que contaban con documentación colonial, persistieron con títulos de tierras colectivas y basándose en esta forma de organización, buscaron legalizar su territorio de acuerdo a la legislación disponible. Con la ley 1551 de Participación Popular (1994), muchos ayllus Qaraqara se vieron obligados a reorganizarse como Organizaciones Territoriales de Base y conformarse como distritos municipales. Ese mismo año, muchos ayllus Qaraqara participaron de la conformación de la Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu12.
La Ley 1715 de 1997, abrió e impulsó el mercado de tierras rurales indígenas, sin embargo, reconoció las Tierras Comunitarias de Origen (TCO). La estrategia consistió, en esos años, en participar organizadamente del ámbito regional y nacional, de manera tal que los ayllus Qaraqara participaron de la fundación del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí, institución para la que crearían fundamentos legales, personería jurídica, testimonios, memoriales, etc. y se determinó, que el camino hacia la reconstitución sería el “saneamiento” como Tierras Comunitarias de Origen.13
Aunque el Memorial de Charcas (1582), documento fundamental sobre la historia de Qaraqara, reconoce que existen ocho ayllus, en la actualidad se han reconstituido seis, dos de ellos fueron subordinados por estructuras republicanas. Siguen siendo territorios discontinuos, ayllus pequeños que han generado una amplia gama de redes de parentesco con otros ayllus, o han terminado legalizando sus tierras a título individual.14
REFERENCIAS:
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John Murra. Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino. (Lima: IEP, 1975). ↩︎
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Platt, Bouysse-Cassagne y Harris, Qaraqara-Charka: Mallku, Inka y Rey en la Provincia de Charcas (siglos XV – XVII); del Río. “Estrategias Andinas de Supervivencia”, 8. ↩︎
Roger Rasnake, Autoridad y Poder en los Andes: Los Kuraqkuna de Yura. (La Paz: Hisbol, 1989); Platt, Bouysse-Cassagne y Harris, Qaraqara-Charka: Mallku, Inka y Rey en la Provincia de Charcas (siglos XV – XVII). ↩︎
Nathan Wachtel. “Los Mitimas del Valle de Cochabamba: la Política de Colonización de Wayna Capac”. Historia Boliviana I, 1 (1981), 21-57. ↩︎
del Rio. “Estrategias Andinas de Supervivencia", 40. ↩︎
Thierry Saignes, “De la Filiation à la Résidence,” Annales ESC 33, no. 5-6 (1978): 1160-1181. ↩︎
del Rio. “Estrategias Andinas de Supervivencia, 39-49. ↩︎
Silvia Rivera. “Estado Boliviano y Ayllu Andino, 30 Años Después”, en Estado Boliviano y Ayllu Andino, Tristan Platt (La Paz: Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, 2016), 24-25. ↩︎
Ramiro Ibáñez, “Limitaciones en el Acceso al Sistema de Justicia Boliviano de la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina Qhara Qhara Suyu y los Desajustes en la Cooperación y Coordinación”, en Ciencia, Tecnología e Innovación, 19, 24 (2021), 87 – 112. ↩︎
Ramiro Ibáñez. Limitaciones en el Acceso al Sistema de Justicia. ↩︎
Samuel Flores Cruz y Stalin Herrera. *Caso 110: Las Luchas de los Ayllus Quila Quila Marka. (*Movimiento Regional por la Tierra, 2017), 2. ↩︎