Resumen
Superpuesto sobre un mapa de Google Earth y basado en datos históricos y arqueológicos, este mapa ofrece una aproximación del territorio del Tawantinsuyu, es decir, del estado Inca, en la época de la conquista española.1 Ubicado en la región de los Andes Centrales, este territorio se extendía desde el sur de la actual Colombia hasta el norte de la actual Argentina, abarcando las tierras altas del Ecuador, Perú y Bolivia, el norte de Chile y el noroeste de Argentina. El estado Inca estaba dividido en cuatro grandes distritos o suyus (en qhishwa, la lengua de los Incas que aún se habla en la mayor parte de este territorio, tawa significa cuatro y suyu podría traducirse como distrito o región): Cuntisuyu, Antisuyu, Chinchasuyu y Qullasuyu (ver EL QULLASUYU EN LA DÉCADA DE 1530 – DISTRITO SUR DEL ESTADO INCA ). No hay consenso sobre los límites de la frontera oriental, que era porosa e inestable, ni sobre la forma exacta del Antisuyu. Asimismo, no hay un acuerdo claro sobre las fronteras internas entre los cuatro suyus, aunque se reconoce cada vez más que los cuatro distritos partían de Cuzco, el centro principal o capital del estado Inca. Este vasto territorio estaba unificado por un complejo sistema de caminos incas (ver CAMINOS INCA Y TAMBOS en el SIGLO XVI ) que conectaban numerosos centros administrativos.
Los Incas gobernaron este vasto territorio multiétnico mediante una combinación de formas directas e indirectas de gobierno. A menudo representada como una pirámide, la estructura político-administrativa del estado situaba al Sapa Inca (el jefe de estado inca) en la cima, inmediatamente debajo estaban los prefectos de los cuatro distritos principales y, debajo de ellos, los gobernadores que también pertenecían a la nobleza inca. En los escalones inferiores de la jerarquía administrativa se encontraban las autoridades locales no incas, como los mallkus o kurakas de las entidades políticas conquistadas y los jefes de los grupos multi-étnicos relocalizados. Los Incas aseguraban / lograban la lealtad de estas autoridades locales con regalos, arreglos matrimoniales, adoctrinamiento y otorgándoles un ceso privilegiado a tierras y mano de obra. Una vasta burocracia de inspectores, censistas, recaudadores de tributos y otros funcionarios estatales se encargaba de articular los niveles de administración inca y no inca, preservaba el orden interno y garantizar el cumplimiento satisfactorio de las obligaciones tributarias.
El estado Inca impuso dos tipos de obligaciones tributarias, o más exactamente, contribuciones laborales. Una contribución, conocida como mit’a, consistía en un número determinado de jornadas de trabajo en obras públicas, en el servicio personal a los funcionarios del estado o en el ejército. La otra contribución consistía en el trabajo agrícola o pastoral en los campos o con los rebaños pertenecientes al estado, al Sapa Inca o a otros miembros de su linaje (panaqa).
Siguiendo el modelo de “control vertical de pisos ecológicos” (ver SEÑORÍOS AYMARAS del QULLASUYU en el SIGLO XVI ), los Incas implementaron políticas de reasentamientos masivos para defender las fronteras en expansión y aumentar la producción agrícola estatal.2 Mediante la reubicación estratégica de poblaciones en distintas zonas ecológicas, el estado Inca pretendía optimizar la gestión de los recursos y reforzar su control sobre el territorio. Dividiendo a los grupos étnicos hostiles o recompensando a los leales con acceso a nuevas tierras en los valles, los Incas desplazaron grandes segmentos poblacionales a diferentes zonas , a veces muy distantes y cambiaron la composición étnica de muchos de los territorios conquistados. Las poblaciones reasentadas, llamadas mitmaqkuna (o “mitimaes” en los registros coloniales españoles) formaron colonias multiétnicas (ver TERRITORIO MULTIÉTNICO bajo EL DOMINIO INCA DIRECTO: LOS VALLES CENTRAL Y SUPERIOR DE COCHABAMBA en la DÉCADA DE 1530 y TERRITORIO MULTIÉTNICO BAJO EL DOMINIO DIRECTO DE LOS INCA: EL VALLE BAJO DE COCHABAMBA EN LA DÉCADA DE 1530 ) y conservaban, en principio, sus vínculos étnicos con sus comunidades de origen. En la práctica, sin embargo, estaban bajo la supervisión directa de funcionarios y administradores estatales. Las situaciones concretas variaban mucho en las distintas zonas del estado.
En resumen, cuando los españoles emprendieron la conquista del Tawantinsuyu en la década de 1530, se encontraron con un rico mosaico de pueblos diversos integrados en una compleja sociedad de estado que abarcaba un vasto territorio. El paisaje humano que encontraron los españoles era el resultado de la estructura organizativa y de las estrategias de gestión de la población aplicadas por el estado Inca. Durante las etapas iniciales de la colonización española, el estado colonial español se apropiaría de algunas instituciones estatales incas, cooptándolas, resignificándolas y reorientándolas hacia fines muy distitntos.
REFERENCIAS:
D’Altroy, Terence. The Incas. Oxford: Blackwell Publishing, 2002.
Larson, Brooke. Colonialism and Agrarian Transformation in Bolivia: Cochabamba 1550–1900. Princeton: Princeton University Press, 1988.
Murra, John. Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino. Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1975.
Nielsen, Axel. “El Tawantinsuyu: Cosmología, Economía y Organización Política”. En Camino Ancestral Qhapaq Ñan. Una Vía de Integración de los Andes en Argentina, coordinado por Victoria Sosa, 24–52. Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Nación, Secretaría de Patrimonio Cultural, 2020.
Pärssinen, Martti. Tawantinsuyu: The Inca State and Its Political Organization. Helsinki: Suomen Historiallinen Seura, 1992.
Patterson, Thomas. The Inca Empire: Formation and Disintegration of a Pre-capitalist State. New York: Berg Publishers, 1997.
Spalding, Karen. Huarochirí: An Andean Society under Inca and Spanish Rule. Stanford: Stanford University Press, 1984.
Stern, Steve. Peru’s Indian Peoples and the Challenge of Spanish Conquest: Huamanga to 1640. Madison: The University of Wisconsin Press, 1982.
Terence D’Altroy, The Incas (Oxford: Blackwell Publishing, 2002), 88; Axel Nielsen, “El Tawantinsuyu: Cosmología, Economía y Organización Política”, en Camino aAncestral Qhapaq Ñan: Una Vía de Integración de los Andes en Argentina, coord. Victoria Sosa (Buenos Aires: Ministerio de Cultura de la Nación, Secretaría de Patrimonio Cultural, 2020), 40; Martti Pärsinnen, Tawantinsuyu: The Inca State and Its Political Organization. (Helsinki: Suomen Historiallinen Seura, 1992). ↩︎
John Murra, Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1975). ↩︎