Resumen
La obra de Baeza se relaciona con temas como el cuerpo y el patrimonio cultural debido a la forma en que explora y cuestiona la representación del cuerpo en contextos culturales específicos. Estas obras fusionan elementos visuales de diferentes culturas y períodos históricos, creando una interacción entre el patrimonio cultural indígena y la cultura occidental contemporánea. Los collages plantean preguntas sobre la apropiación cultural, la identidad y las construcciones culturales del cuerpo.
La exploración artística de Felipe Baeza se adentra en las complejidades del cuerpo humano a través de la abstracción, la fragmentación y la integración de elementos celestiales y terrenales. En su cautivadora serie, “People from Western Mexico II”, combina magistralmente partes del cuerpo humano con objetos antiguos, dando lugar a seres híbridos y sugerentes que evocan una sensación de diversas épocas. Las representaciones artísticas de Baeza desmantelan intencionalmente las nociones convencionales del cuerpo, a menudo abrazando la hipersexualización e incorporando estereotipos de género. A través de su trabajo de collage en “People from Western Mexico II”+N14, Baeza emplea hábilmente una estética grotesca y transformadora para retratar la forma humana. Crea entidades hipnóticas y enigmáticas que trascienden los límites temporales al fusionar miembros, torsos y bocas humanas con fotografías de artefactos precolombinos. Estas figuras compuestas existen simultáneamente como algo más que humanos y antihumanos, difuminando los límites entre el yo y el otro, la masculinidad y la feminidad, y el sujeto y el objeto. La representación desarticulada e hipersexualizada de partes del cuerpo adornadas con marcadores de género como uñas largas pintadas, ligas, joyas, tacones de aguja y zapatillas de deporte desafía las normas sociales y confronta las representaciones estereotipadas. Las composiciones de Baeza sirven como un poderoso comentario sobre la identidad, entrelazando elementos de las culturas indígenas con nociones contemporáneas de género y sexualidad. Al mezclar lenguajes visuales antiguos y modernos, incita a los espectadores a cuestionar las normas establecidas e invita al diálogo sobre las intersecciones de la cultura, la historia y la identidad personal. A través de su exploración del cuerpo humano, Felipe Baeza crea un espacio artístico donde lo familiar se vuelve desconocido y las complejidades de la identidad y la representación son celebradas e interrogadas.