Resumen
El trabajo de Yori Minaya está estrechamente relacionado con el territorio y el patrimonio cultural, ya que aborda los monumentos como elementos físicos que representan la historia y la identidad de una comunidad o sociedad en un territorio específico. Estas obras tienen la capacidad de cuestionar el uso de los monumentos para perpetuar narrativas hegemónicas o revisionistas, excluyendo o distorsionando la diversidad de experiencias y perspectivas. Al cuestionar los monumentos existentes, estas obras invitan a la reflexión sobre el significado y la representación del territorio y el patrimonio cultural, explorando nuevas formas de abordar la memoria colectiva y promoviendo la inclusión de voces subalternas y perspectivas alternativas en las narrativas históricas.
Joiri Minaya utiliza los vibrantes patrones tropicales de las plantas nativas del Caribe como medio para examinar los legados coloniales del territorio. Al dibujar a mano varias “plantas de resistencia”, Minaya desafía la mirada colonial y eurocéntrica que catalogó estas plantas durante la colonización. En particular, aplica sus patrones para ocultar monumentos y estatuas coloniales, como la estatua de Ponce de León en la Antorcha de la Amistad y la estatua de Cristóbal Colón detrás del Anfiteatro Bayfront Park, ambas ubicadas en Miami, Florida. Las intervenciones artísticas de Minaya se alinean con los movimientos más amplios contra el colonialismo y el racismo. Reflejan el creciente reconocimiento de la necesidad de reevaluar y desmantelar de manera crítica las estructuras arraigadas en la opresión. Sus acciones contribuyen al diálogo en curso en torno a la eliminación o recontextualización de los monumentos coloniales, que durante mucho tiempo han celebrado a figuras involucradas en la subyugación y explotación de las comunidades marginadas. Al cubrir estos monumentos, Minaya altera su visibilidad pública y desafía las narrativas dominantes que perpetúan su glorificación. Su obra invita a los espectadores a confrontar las verdades incómodas que se esconden detrás de estos símbolos de poder. A través de sus expresiones creativas, Minaya fomenta una comprensión más profunda del impacto del colonialismo y nos incita a cuestionar las historias que heredamos. El arte de Minaya sirve como una forma de resistencia, fomenta el diálogo y contribuye a los esfuerzos en curso para descolonizar los espacios públicos. Al recuperar la agencia y desafiar las narrativas establecidas, Minaya provoca la reflexión crítica y apoya la búsqueda de una sociedad más inclusiva y justa.